¡Que plácida tarde de otoño!
La sierra, corazón verde,
de renovada esperanza.
¡Gloria en el aire!
Gloria en las silvestre flores,
en los tempranos madroños,
en los erizos de los castaños,
que salpican generosos la sierra.
La luz, baja deslizándose
entre las ramas esmeraldas.
Entre los encinares, me besa.
Esplendorosa es su caricia sobre mi piel.
El pájaro, invisible cantor,
me regala su melodía,
que se funde con el aire.
No lo alcanza mi mirada,
sólo lo siento y disfruto su música.
Embriagado mi corazón,
con este silencio, en este tiempo,
que parece detenido, eterno,
bajo el azul de este limpio cielo.
Solo el pensamiento,
alcanza la esencia del espíritu de esta tarde,
plena y remansada de la serranía.
Charo Torrejón
GRACIAS SOY FELIZ y mucho viendo a mi nieto y a todo el mundo , pero ¿es un delito ver los tormentos que caen sobre mis hermanos y no callar...? ¿Y lo que está a las puertas ,peor, y no soltar un alerta? Aunque todos yo no.
ResponderEliminarGracias-
Tienes toda la razón, amigo mío, el cielo de España tiene unas nubes tan negras, que no podemos seguir impasibles.
ResponderEliminarUn abrazo desde esta bonita costa de la Luz, que sigue preciosa pesar de la " marejada"
Charo
Hola Charo: estuve leyéndote y admirando tus pinturas. Un poacer encontrarme con tus letras y ese arte que me gusta tanto, la pintura..besos.Elen Lackner
ResponderEliminarElen tu visita me emociona y me alegra el corazón.Ahora tengo un poco abandonada la pintura, por falta de tiempo, ya sabes los nietos y la poesía me tienen absorbidas.
ResponderEliminarEstuve en tu blog pero no pude dejar un comentario, porque no se publicaba, Pero es muy hermoso tener tus bellas obras para disfrute del alma.
Un abrazo grande.